PRÓLOGO La diabetes mellitus constituye un problema de salud
crónico cada vez más frecuente en todo el mundo, también en Extremadura. La
afectación de niños y adolescentes, además de las connotaciones afectivas que a
todos nos afectan, conlleva la creación de situaciones potencialmente complejas
y la posibilidad de aparición de complicaciones en edades tempranas, a las que
hay que dar respuesta y prevenir. Por otra parte, los niños/as y jóvenes pasan
la mayor parte del día en los centros educativos, donde también necesitan
seguir controlándose su enfermedad y tener la seguridad de que se van a
prevenir las posibles situaciones agudas y complicaciones que pudieran
presentarse, para que puedan desarrollarse plenamente, tanto física como
intelectualmente. Considerando todo lo anterior, la Junta de Extremadura quiere
dar respuesta a todas las necesidades de estas personas y de sus familias. Para
ello, y aprovechando la ejemplar coordinación existente entre la Consejería de
Sanidad y Dependencia y la Consejería de Educación, ha elaborado este
Protocolo. El Protocolo establece las actuaciones necesarias para que estos
niños/as y adolescentes con diabetes mellitus se encuentren en el centro
educativo como en sus casas. Para ello fija los mecanismos de coordinación entre
las administraciones educativa y sanitaria, las asociaciones y las familias.
1.
INTRODUCCIÓN La diabetes mellitus (DM) es una
enfermedad crónica, que se manifiesta por niveles de glucosa en sangre
elevados, por encima de los límites normales, y que precisa un control
exhaustivo para que no se desarrollen complicaciones. Esta elevación se debe a
la insuficiente producción y/o actuación de la insulina. En nuestro ámbito, es
una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia y la adolescencia
(1). La DM no afecta en absoluto ni a las capacidades intelectuales, ni de
aprendizaje, ni de adquisición de habilidades, de forma que la condición de
persona con DM no impide al niño o adolescente seguir sus estudios con plena
normalidad (2), (3). El diagnóstico de DM siempre supondrá un fuerte impacto
psicológico para el niño/adolescente y, también, para su familia, implicando
cambios en la vida de todos ellos: se ha de seguir cierta disciplina en los
horarios de alimentación, planificación previa y cuidados a la hora de
practicar ejercicio físico, realizarse controles, administrarse la insulina,
etc. (1). Tras el diagnóstico de DM, el ritmo de vida, tanto del niño o joven,
como del resto de la familia, debe “normalizarse” lo antes posible. Inmediatamente
posterior al diagnóstico, la vuelta al centro educativo de los niños puede
representar un problema, a veces importante, no sólo por la preocupación
generada en los padres, sino también por la incertidumbre del profesorado. La
respuesta a este problema, desde el entorno educativo, debe iniciarse cuanto
antes de forma efectiva. Hay que considerar que estudios realizados muestran
una vinculación muy importante entre el control de glucosa en sangre y el
posterior desarrollo de complicaciones (4), (5), tanto a medio y largo plazo
(problemas visuales, nefrológicos, neurológicos, cardiovasculares, etc.), como
a corto plazo (hipoglucemias, hiperglucemias, etc.). La comunicación de los
padres o tutores con el centro educativo debe ser fluida e iniciarse lo antes
posible tras el diagnóstico (2), puesto que esto facilita una adaptación, por
parte de todos, mucho más fácil y rápida. Al ser el medio escolar un entorno en
el que los niños y adolescentes – 13 – Protocolo de Atención al Niño/a y al
Adolescente con Diabetes en la Escuela pasan la mayor parte del día, resulta
indispensable lograr un control óptimo de la glucemia en el mismo, para evitar
la aparición de esas complicaciones. Por ello se elabora este protocolo, marco
común de actuación, que contempla un conjunto de recomendaciones sobre los
procedimientos más adecuados a seguir ante el niño y adolescente con DM en el
ámbito educativo. – 14 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con
Diabetes en la Escuela 2. OBJETIVOS Objetivo general Establecer y promover
medidas de atención específica al niño y adolescente con diabetes mellitus
dentro del ámbito educativo, y de apoyo a toda la comunidad educativa para
favorecer su adaptación física, social y emocional a la enfermedad, así como
velar por el control, la seguridad y la igualdad de oportunidades del niño y
adolescente con DM, en el ámbito educativo. Objetivos específicos 1.- Optimizar
la atención integral al niño y adolescente con DM en los centros educativos, en
colaboración con el Sistema Sanitario. 2.- Proporcionar un marco común de
actuación que permita igualar las condiciones en que se presta la atención al
niño/adolescente en los centros educativos de la Comunidad Autónoma de
Extremadura. 3.- Identificar y asignar el papel de cada uno de los profesionales
implicados en la atención al niño/adolescente con diabetes en el ámbito
educativo. 4.- Favorecer la coordinación en la atención al niño y adolescente
con DM entre educadores, padres y personal sanitario. 5.- Capacitar a las
personas del entorno educativo para que puedan atender óptimamente a los
estudiantes con DM, favoreciendo su integración, y haciendo efectivo el primer
principio fundamental de la Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo de Educación: todo
alumnado escolarizado debe recibir una educación de calidad adaptada a sus
necesidades independientemente de sus condiciones físicas, sociales,
personales, etc. 6.- Ofertar formación específica en DM a los distintos
miembros de la comunidad educativa y de su entorno. 7.- Trabajar
coordinadamente para intentar evitar complicaciones agudas, a medio y largo
plazo, de la DM, en el medio escolar. 8.- Proporcionar a los miembros de la
comunidad educativa seguridad jurídica y técnica en las actuaciones que
desarrollen relacionadas con el niño/adolescente con diabetes. 9.- Aumentar la
calidad de vida de los niños y adolescentes con DM, y de sus familias. 10.-
Potenciar las actuaciones de EpS en el ámbito educativo, siguiendo las
recomendaciones del PMEpS y del PIDIA. – 15 – Protocolo de Atención al Niño/a y
al Adolescente con Diabetes en la Escuela – 16 – Protocolo de Atención al
Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela 3. CARACTERÍSTICAS DE LA
DIABETES. DIABETES EN LA ESCUELA a. La diabetes La DM es un síndrome que se
caracteriza principalmente por la presencia de unos niveles de glucosa en
sangre (lo que se denomina “glucemia”) elevados, considerándose valores
normales, en ayunas, entre 70 y 110 mg/dl (6), (7), (8). La insulina, una
hormona producida en el páncreas, ayuda al organismo a producir energía gracias
a que induce la entrada de glucosa en las células, para lograr su
aprovechamiento como fuente de obtención de energía. En la DM el páncreas no
produce suficiente insulina o la insulina no tiene el efecto deseado, lo que,
en ambos casos, conduce a esa elevación de la glucemia. Entre otros síntomas,
suele cursar con poliuria (producción y excreción de gran cantidad de orina),
polidipsia (necesidad de beber con frecuencia y abundantemente), polifagia
(excesivo deseo de comer), adelgazamiento y otros trastornos generales. Aunque
las cifras normales de glucemia son las que se han citado, y serían también las
ideales a conseguir en una persona con DM, en muchas ocasiones se sobrepasan
incluso los 200 mg/dl sin que estas personas presenten síntomas ni corran un
peligro inmediato (7). La elevación mantenida de la glucemia conduce a
complicaciones, al dañar órganos como los ojos, riñones, sistema nervioso,
corazón y vasos sanguíneos, entre otros. Se distinguen fundamentalmente dos
tipos de DM: Tipo 1. Es consecuencia de la destrucción de las células que
producen insulina en el páncreas; se da sobre todo en niños y jóvenes. La
destrucción se provoca por el ataque del sistema de defensa a las células ß del
páncreas, encargadas de producir insulina, debido a cierta predisposición
genética, y desencadenado por una infección vírica, toxinas u otros factores.
El resultado es un déficit absoluto de la secreción de insulina (6), (9), (10).
Tipo 2. También se denomina DM no insulinodependiente (DMNID) o DM del adulto,
aunque cada vez es más frecuente a menor edad (11). En este tipo de DM existe
un déficit relativo de insulina (insuficiente secreción – 17 – Protocolo de
Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela y/o acción de la
insulina a nivel de tejidos periféricos) (10). La DM se halla en aumento entre
los niños y adolescentes de todo el mundo (12). También se ha observado un
aumento de la incidencia de DM tipo 1 tanto en países con prevalencia alta como
baja (12). Según datos publicados en el PIDIA, la incidencia media anual de DM
tipo 1 en Extremadura se sitúa entre el 12,8 y 16,8 por 100.000 habitantes. En
ambos tipos de DM intervienen factores genéticos y ambientales, pero mientras
que en la DM tipo 1 la causante de la enfermedad es, en un 98 % de los casos
(en el 2 % restante se desconoce el origen), una reacción autoinmune contra el
páncreas, en la tipo 2 la causa es la resistencia a la insulina y/o la
secreción insuficiente (10). La DM tipo 1, se manifiesta de forma brusca, con
cifras de glucemia muy altas; suelen ser personas delgadas (6). Representa un
10 % de todas las DM, con un pico mayor de incidencia entre los 10 y 14 años
(10). Es la DM más frecuente en niños (12), siendo una de las enfermedades
crónicas más frecuentes en éstos (4). La mayoría de los niños y adolescentes
con DM tipo 1 presentan, durante varias semanas, una historia de poliuria,
polidipsia, polifagia y pérdida de peso, con hiperglucemia (glucosa elevada en
sangre), glucosuria (presencia de glucosa en orina), cetonemia (presencia de
cuerpos cetónicos en sangre), y cetonuria (presencia de cuerpos cetónicos en
orina) (3). La poliuria aparece cuando la glucemia supera los 180 mg/dl y se
manifiesta como nicturia, incontinencia urinaria en niños que previamente eran
continentes, e incremento de la frecuencia y cantidad de la micción (10). Ante
la sospecha, debe procederse lo antes posible a la realización de las pruebas
pertinentes. Por otra parte, debido al creciente número de casos de DM tipo 2
en niños y adolescentes, resulta necesario hacer una referencia al respecto.
Hasta hace poco, la DM tipo 2 era una enfermedad típicamente del adulto; sin
embargo, esto ha dejado de ser así, y ya se ven numerosos casos de esta
enfermedad en niños y adolescentes. El aumento del número de casos de este tipo
de DM a edades tan tempranas va paralelo al incremento en la incidencia de la
obesidad infantil y juvenil. La edad media del diagnóstico oscila entre los 12
y los 16 años (13). El riesgo de DM tipo 2 aumenta en – 18 – Protocolo de Atención
al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela relación con el grado de
obesidad y con la distribución de la grasa (mayor en obesidad central) (10).
Criterios para investigar a estos niños son: niños con obesidad e historia
familiar de DM tipo 2 (13). La Escuela constituye un ámbito idóneo para
impulsar hábitos saludables (14) sobre ejercicio físico y alimentación, que
ayudarán a prevenir la obesidad y sus consecuencias, entre ellas, la DM tipo 2.
En Extremadura son numerosas las acciones de EpS que frente a la obesidad
infantil y juvenil se vienen realizando desde hace años, gracias a la estrecha
coordinación entre la Consejería de Educación y la Consejería de Sanidad y
Dependencia. Hasta la fecha, la DM no se cura, pero puede ser controlada mediante
insulina o antidiabéticos orales, según el caso, ejercicio físico y
alimentación adecuada. Resulta más difícil de controlar en la infancia y en la
adolescencia debido a los importantes cambios biológicos y psicológicos que
ocurren durante estos periodos. Por esas circunstancias especiales estos niños
y adolescentes precisan de un ambiente familiar, educativo y social, muy
cuidado, que les permita desarrollarse en equilibrio intelectual y emocional.
Además, debemos considerar que el proceso de escolarización constituye un
aspecto fundamental de las personas, ya que incide en su calidad de vida,
integración social y desarrollo personal (15). Para controlar la DM se precisa:
- La determinación de glucemia varias veces al día a través de la medición de
glucosa en una gota de sangre obtenida por punción digital. - Ejercicio físico
planificado y controlado. - Alimentación planificada. - Administración correcta
de la pauta de insulina u otro tratamiento que se precise. Es necesario
reiterar que se ha objetivado una vinculación importante entre los niveles de
glucemia en el niño/adolescente con DM y el posible desarrollo de
complicaciones (4). Estas personas, con un buen control, gozarán de una buena
calidad de vida (9). Por tanto es necesario garantizar un control y un
tratamiento adecuados en todo momento, al mismo tiempo que es importante
facilitar el soporte para que desarrolle plenamente su personalidad y consiga
una buena aceptación de la enfermedad. Por ello, teniendo en cuenta los
problemas que pueden generarse ante la escolari- – 19 – Protocolo de Atención
al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela zación de un alumno con
DM, en Extremadura, el Plan Integral de Diabetes 2007-2012 propugna la
elaboración de un protocolo de atención al niño con DM en la Escuela. b. El
niño y adolescente con diabetes en la Escuela Al igual que en el hogar, la
presencia de un niño/adolescente con DM en la Escuela supone que se establezcan
medidas de atención especial. Obliga a que ésta adopte una serie de medidas que
garanticen su control y seguridad. Para ello se requiere una estrecha
coordinación entre todos los integrantes de la comunidad educativa (padres,
profesorado, alumnado y personal no docente), el personal sanitario de los
centros de atención primaria de salud y las diversas asociaciones y entidades
de la comunidad (es decir, del entorno social). La Escuela es uno de los
ámbitos más importante para el niño/adolescente con DM, pues es donde pasa la
mayor parte del día; por ello resulta necesario que los distintos miembros de
la comunidad educativa cuenten con conocimientos y habilidades suficientes para
proporcionar un entorno escolar seguro (1), (4). Resulta esencial que, para
facilitar la adecuada atención en el centro educativo, todo el personal tenga
formación adecuada (5), (9) en DM en general y, especialmente, en la atención a
las urgencias y emergencias que pudieran presentarse. Por lo tanto debe ser un
objetivo prioritario la EpS y la información sobre DM a todos los miembros de
la Comunidad Educativa Extremeña, así como la oferta de formación en DM y en
educación diabetológica para toda la Comunidad Educativa y, prioritariamente,
para aquellas personas relacionadas directamente con el alumnado con dicha
enfermedad. Además, deberá favorecerse la participación comunitaria en salud,
en todas las actividades de EpS, porque así estas últimas resultarán más
efectivas (14). Los niños y adolescentes deben ser capaces de adquirir
progresivamente hábitos de autonomía que les capaciten para manejar su DM en el
entorno escolar. En este sentido conviene tener en cuenta que (4): - En
Educación Infantil, lo usual es que el niño sea incapaz de utilizar el
glucómetro o de administrarse insulina autónomamente, aunque a – 20 – Protocolo
de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela partir de los
4 años de edad debería colaborar adecuadamente en el control glucémico. - En
Primaria, el niño debe estar dispuesto a colaborar en todos los aspectos. A los
8 años muchos niños pueden realizarse determinaciones de glucemias; a los 10
años, algunos pueden administrarse la insulina; en ambos casos, con
supervisión. - En Secundaria, el adolescente debería ser capaz de monitorizarse
los niveles de glucemia y, en ausencia de emergencia, instaurar los medios
(incluida la administración de insulina) para normalizarla, si fuera el caso.
La supervisión por un adulto es recomendable. Como ya se ha expuesto, la
calidad de vida de los niños y adolescentes con DM depende de un adecuado
control de la enfermedad durante las 24 horas del día. Aunque es importantísimo
considerar y tratarlos igual que al resto de compañeros, será preciso llevar a
cabo una adaptación de las normas del centro educativo en relación con el
niño/adolescente que padece DM y sensibilización de la comunidad educativa,
respetando la autonomía del centro. Entre ellas (9), (16): - Se les deberá
dejar ir al servicio cuando sea necesario, realizar determinaciones de glucemia
o comer y beber si fuera preciso, incluso en clase. Esto debe ser ocasional,
pues, de lo contrario, sería indicativo de mal control de la DM y debería ser
comunicado a los padres. - Respetar los horarios de las comidas. - Planificar
las clases de educación física, sobre todo si se salen de lo habitual. - Tomar
las medidas necesarias para que todas las actividades del centro educativo,
incluidas las extraescolares, se lleven a cabo con seguridad y con el objetivo
de garantizar un adecuado control de la DM (16). - Adaptar la planificación
educativa (exámenes, horario de entrada y salida, etc.) a determinadas
situaciones que puedan presentarse relacionadas con el seguimiento y la
evolución de la enfermedad (revisiones médicas frecuentes, ausencias por
motivos de salud relacionados con la DM, etc.). - Dispensar al niño con DM de
la actividad física, en clase de Educación Física, cuando por motivo de su
enfermedad así se requiera. Por otra parte, resulta necesario hacer una
especial referencia a la – 21 – Protocolo de Atención al Niño/a y al
Adolescente con Diabetes en la Escuela adolescencia. El inicio de la pubertad,
que causa cierta resistencia a la insulina, unido a los cambios psicológicos
propios de esta etapa de la vida (necesidad de aceptación por sus
compañeros/as, sentimientos de ambivalencia, la impulsividad, etc.), pueden
desembocar en un control inadecuado de la DM (3), (17), por ello, será
necesario realizar un esfuerzo para conseguir un control óptimo. Se deberá
estar muy pendiente también de la aparición de posibles trastornos
psicológicos. La puesta en marcha de éstas y otras acciones requerirá el
esfuerzo de todas las personas del centro educativo, de su entorno sanitario y
de la comunidad es decir, el Protocolo constituye un documento de colaboración
con asignación de responsabilidades compartidas.
4. JUSTIFICACIÓN Y ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL PROTOCOLO La DM
debe ser controlada lo más estrictamente posible para lograr que el niño pueda
desarrollarse de forma completa intelectual y físicamente; gozando, tanto
él/ella como su familia, de una buena calidad de vida. a. Planificación
sanitaria. Extremadura está dotada de un marco extenso en planificación
sanitaria, que orienta hacia la concreción de este Protocolo. En este sentido,
el Plan de Salud de Extremadura 2009-2012 establece, en su Eje Estratégico I,
“Los problemas de salud prevalentes y emergentes en Extremadura”, la
priorización de actuación en el área de intervención denominada “Diabetes,
Obesidad y otras Enfermedades Endocrino-metabólicas”. Dentro de este área, se
encuentra el objetivo 14, que dice textualmente que “Al finalizar el 2012, se
habrá implantado y desarrollado el Plan Integral de Diabetes de Extremadura
(PIDIA)” (18). En el marco de la anterior edición del Plan de Salud
(2005-2008), y como respuesta a que la prevalencia de DM tiende al aumento, no
sólo en Extremadura, sino en todo el mundo, la Consejería de Sanidad y
Dependencia elaboró el Plan Integral de Diabetes de Extremadura 2007-2012,
vigente desde 2007. Esta iniciativa tiene como objetivo lograr el mejor
abordaje de la enfermedad mediante una estrategia global que integre
actuaciones de adecuación y mejora, entre otras, la optimización de la atención
a las personas con DM e impulso de la formación e investigación en este campo
(18). El PIDIA tiene como fin último mejorar la calidad y esperanza de vida de
las personas con DM, evitar o disminuir las complicaciones por esta patología y
procurar el descenso de sus costes directos e indirectos (18). El PIDIA
establece en su objetivo 14 (facilitar la atención a niños y jóvenes con DM), diversas
líneas de actuación en relación con este Protocolo (15): - 14.1. Elaboración de
un protocolo de actuación sobre el niño con DM en la Escuela. - 14.2.
Elaboración e implementación de la Cartilla del Alumno con DM, que actúe como
documento de información y coordinación entre los servicios sanitarios y los
profesores de los alumnos con DM. – 23 – Protocolo de Atención al Niño/a y al
Adolescente con Diabetes en la Escuela - 14.4. Colaboración con las
Asociaciones de Pacientes para fomentar actividades que ayuden a mejorar los
conocimientos, habilidades y actitudes de los niños con DM. Por otra parte, el
Plan Marco de Educación para la Salud de Extremadura 2007-2012 (PMEpS),
establece, entre otras, las siguientes líneas de actuación (19): - 1.1. Realización
de actividades de concienciación sobre la importancia de la EpS, como
herramienta básica de salud pública en la atención integral a los problemas de
salud, entre los profesionales sanitarios, educativos y comunitarios, y
responsables de las Administraciones Públicas. - 2.12. Desarrollo de
actividades de EpS dirigidas a grupos de población específicos o
vulnerables..., en consonancia con otros planes de la Comunidad Autónoma. -
6.1. Asignación de un responsable de EpS del equipo de atención primaria, entre
los profesionales sanitarios que conforman el mismo, que actuará como referente
para el resto del EAP, ámbito educativo y sociolaboral y que coordinará todas
las actividades de EpS en su zona de salud. - 8.2. Incremento o adecuación de
los recursos materiales, humanos y económicos existentes en la Comunidad
Autónoma destinados al desarrollo de la EpS en el ámbito educativo. - 8.8.
Identificación de un responsable/impulsor de EpS en cada centro educativo, con
formación específica, que se coordinará con los EAPs y con las entidades
sociocomunitarias e impulsará la EpS en la comunidad educativa de pertenencia.
- 10.1. Promoción de la participación de las familias en actividades de EpS. -
10.3. Apoyo y refuerzo a la planificación educativa y al papel del profesorado
por parte de agentes externos al centro educativo (médicos, enfermeras,
trabajadores sociales, agentes sociales, etc.). - 11.2. Impulso de la
coordinación, intra y extracentro (docentes, personal sanitario, trabajadores
sociales, departamentos de orientación, etc.), que permita la optimización de
las actividades de EpS en los centros educativos. A nivel estatal, debemos
citar la Estrategia en Diabetes del Sistema – 24 – Protocolo de Atención al
Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela Nacional de Salud, en cuya
elaboración participó la Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura. Esta
Estrategia promueve la implantación en las CCAA de protocolos de actuación
específicos para el tratamiento y seguimiento de la DM en situaciones especiales,
entre ellas, los niños (12), así como medidas de atención especial a los niños
y niñas con DM en circunstancias externas a su ámbito familiar. b. Necesidades
de coordinación e implementación de actuaciones del Protocolo Numerosos
profesionales, tanto del ámbito sanitario como del ámbito educativo, han
manifestado la necesidad de contar con herramientas que ayuden a garantizar la
seguridad del niño/adolescente con DM en la Escuela y favorezcan un adecuado
control de su enfermedad que les permita desarrollarse como cualquier otra
persona, con unos índices de bienestar y calidad de vida asumibles. Así, por
ejemplo, en la celebración en Mérida, el sábado 21 de junio de 2008, de la
Jornada de Encuentro Padres, Educadores y Sanitarios, “Con Diabetes en la Escuela:
Aspectos Sociosanitarios y Legales”, promovida y organizada por la Sociedad de
Enfermería Familiar y Comunitaria de Extremadura (SEFyCEX), dentro del proyecto
financiado por la Dirección General de Planificación, Ordenación y Coordinación
de la Consejería de Sanidad y Dependencia de la Junta de Extremadura, las
necesidades más importantes detectadas y a las que sería preciso dar respuesta
lo antes posible fueron (20): 1. Desarrollo y puesta en marcha de un Protocolo
de Atención al Niño con Diabetes en la Escuela. Este protocolo debería
concretar el papel a desempeñar por cada uno de los miembros de la comunidad
educativa y de los servicios sanitarios. 2. Incrementar la formación de todos
los entes y profesionales implicados en la atención al niño con DM en la
Escuela, en todos los aspectos relacionados con la DM, desde su prevención
hasta su tratamiento y adaptación al mismo. 3. Impulsar y apoyar el papel de
las asociaciones en la atención al niño con DM. 4. Favorecer el trabajo
conjunto y la coordinación de Administración (Sanidad-Educación), profesionales
sanitarios, profesorado, familias y en- – 25 – Protocolo de Atención al Niño/a
y al Adolescente con Diabetes en la Escuela tidades de la comunidad. 5. Todas
las acciones deberán apoyarse en el Plan Integral de Diabetes de Extremadura
2007-2012. 6. Impulso de encuentros de diferentes profesionales y afectados
para facilitar la coordinación y la difusión de información. De la misma forma,
este protocolo es una necesidad sentida entre los docentes, como así lo
manifiestan muchos de los asistentes a las actividades formativas de EpS que se
vienen ejecutando a través de los Centros de Profesores y Recursos de la
Consejería de Educación en coordinación con la Sección de Educación para la
Salud de la Consejería de Sanidad y Dependencia. Resulta fundamental garantizar
la seguridad jurídica y técnica de la comunidad educativa en la atención al
niño y adolescente con DM, durante las actividades lectivas y extraescolares.
c. Derechos del niño y adolescente con diabetes Como se ha citado, el niño y
adolescente con DM, al igual que cualquier niño o adolescente escolarizado,
debe disponer de un contexto que le haga tener igualdad de oportunidades en sus
estudios. Por ello, debe tratar de conseguirse un ambiente escolar seguro,
además de las condiciones necesarias que propicien esa equidad. Según la
Federación Internacional de Diabetes y la Asociación Americana de Diabetes se
deberá: - Velar por la no discriminación en ningún momento por su condición de
persona con DM. - Disponer de un lugar adecuado para conservar la insulina,
otros medicamentos y el aparataje para controlar los niveles de glucosa en
sangre. - Permitir la monitorización de los niveles de glucosa en sangre. -
Disponer de asistencia sanitaria si fuera preciso. - Facilitar el cumplimiento
de una alimentación adecuada, siendo preciso que, especialmente, el personal
del centro educativo conozca las necesidades de alimentación. - Disponer de un
acceso fácil a agua y alimentos, incluso en clase. - Favorecer la plena
integración del niño en todas aquellas actividades – 26 – Protocolo de Atención
al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela que el centro educativo
promueva, incluidas las que requieran ejercicio físico. - Facilitar una nueva
oportunidad para realizar exámenes académicos, u otras pruebas académicas, si
en el momento de realizarlos existe una situación documentada de hiperglucemia
o hipoglucemia que le impidan llevarlos a cabo, o una ausencia justificada por
asistencia a consulta sanitaria. - Asegurar la confidencialidad e intimidad del
niño. d. Ámbito de aplicación de este Protocolo El presente Protocolo establece
las medidas necesarias para garantizar el control de la DM y la seguridad de
todos los niños y adolescentes con DM en los centros educativos de Extremadura,
independientemente de su adscripción sanitaria asistencial, resultando de
aplicación a la totalidad de los centros educativos. – 27 – Protocolo de
Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela – 28 – Protocolo
de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela 5. FUNCIONES
DE LOS DISTINTOS AGENTES IMPLICADOS Para conseguir los objetivos propuestos, es
necesario que cada uno de los miembros de la comunidad educativa, el personal
sanitario, las administraciones y las entidades del entorno social, presten su
plena colaboración, sepan cuáles son sus funciones y pongan los medios
necesarios para asegurarse del cumplimiento y efectividad de todos los aspectos
de este Protocolo. Así, las funciones a llevar a cabo, por cada uno de ellos,
serán (2), (3), (4), (5), (7), (16), (17), (21), (22), (23): a. Personal
sanitario y Administración sanitaria Los profesionales sanitarios, junto con
los padres y las asociaciones de la comunidad, constituyen los pilares de soporte
básicos del centro educativo en la atención al niño y adolescente con DM. Estos
profesionales y la Administración sanitaria serán responsables de: - Apoyar las
labores de educación para la salud y educación diabetoló- gica dirigidas a
todos los integrantes de la comunidad educativa. - Promover que desde todos los
niveles asistenciales, y sobre todo desde atención especializada, tras el
diagnóstico, los profesionales sanitarios intenten indicar siempre pautas de
intervención sencillas y lo más adaptadas al horario escolar que sea posible. -
Establecer, según se especifica más abajo, la figura del enfermero/a “referente
en diabetes”. - Tener previsto que, en ausencia del enfermero/a “referente”,
otro profesional formado se hará cargo de realizar sus funciones. - Facilitar
material de todo tipo sobre DM. En este sentido, los centros educativos, con la
aprobación previa y expresa del Consejo Escolar del centro, podrán admitir los
materiales aportados por los profesionales sanitarios y por los padres/madres para
su utilización, por todos ellos. - Promover que los equipos multidisciplinares
de EpS, existentes en cada una de las áreas de salud, incrementen su apoyo a
las actividades de EpS frente a la DM que se soliciten desde los centros
educativos. A estos efectos, la educación diabetológica debe ser considerada
una forma de EpS, de actuación en prevención secundaria y terciaria. -
Incrementar la formación en DM, obesidad, promoción del ejercicio fí- sico y de
la alimentación saludable, así como de la educación diabeto- – 29 – Protocolo
de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela lógica, de
todos los profesionales del Sistema Sanitario Público de Extremadura y,
específicamente, de la enfermero/a referente en DM. - Establecer los medios necesarios
para que la eliminación del material utilizado (lancetas, agujas, etc.) se
realice a través de contenedores al centro de salud. - Establecer, para cada
zona de salud, la figura del enfermero/a “referente en diabetes”, según la
necesidad. Este enfermero/a podrá contar con el apoyo de otros profesionales
sanitarios, llegado el caso. En zonas de salud con elevada dispersión
geográfica o con otras singularidades, podrán ser nombrados dos o más
enfermeros/as referentes. Entre sus funciones estarán: • Coordinarse con los
centros educativos, a través del profesional referente en DM del centro
educativo. • Realizar las tareas sanitarias necesarias, que concreta este
Protocolo, a cualquier niño con DM. •Llevar un registro de los niños que
padecen DM en cada centro educativo de su zona de salud, conjuntamente con los
responsables de dichos centros. • Visitar los centros educativos tras cada
nuevo diagnóstico de DM entre el alumnado, o incorporación de un nuevo alumno
ya diagnosticado de diabetes, celebrando una reunión con los padres y los
profesores. La reunión será convocada por el director/a del centro educativo o
persona en quien delegue, de forma programada y consensuada con el personal
sanitario. En esta reunión se abordará, al menos, qué es la DM, y se cumplimentará
y explicará el Plan personalizado de cuidados del niño y adolescente con DM en
el centro educativo, así como la detección de necesidades por parte del centro
educativo y del centro de atención primaria de salud. • Cumplimentar el Plan
personalizado de cuidados del niño y adolescente con DM en el centro educativo
(Anexos I, II y III), con la colaboración de padres/madres/tutores, del tutor
del estudiante, profesional responsable de DM del centro educativo y el equipo
de orientación o departamento de orientación. Para ello también contará con la
colaboración del médico de familia/pediatra del estudiante y de su enfermero/a
de Primaria, así como del médico endocrinólogo y personal de enfermería – 30 –
Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela
hospitalario, si es el caso, que hayan atendido al estudiante con DM en el
proceso de su diagnóstico y tratamiento inicial. Esta colaboración de otros
profesionales sanitarios deberá concretarse, al menos, a través de un informe pormenorizado.
• Prever las necesidades sanitarias de los niños con DM tanto en su estancia en
el centro como en sus salidas extraescolares. • Visitar al menos una vez en
cada trimestre escolar (se recomienda una visita mensual) los centros
educativos a los que asistan estudiantes con DM, planificando un calendario de
actuaciones a desarrollar en el mismo, con la finalidad de ofrecer su apoyo,
realizar labores de EpS como apoyo al profesorado (para todos los alumnos/as y
padres/madres/tutores del centro), de educación diabetológica (para los
alumnos/as con DM y padres) y coordinarse estrechamente con los profesionales
del centro educativo. • Revisar el estado del material dedicado a la atención
al niño/adolescente con DM ubicado en los centros educativos y actuar en
consecuencia. • Desplazarse al centro educativo cuando sea necesario para
prestar atención sanitaria, cuando así lo tenga programado. Para casos de
urgencias y emergencias, se utilizarán los mismos criterios generales y vías de
asistencia sanitaria que para el resto de problemas de salud. • Participar en
las actividades formativas que se establezcan para el profesorado y para otros
profesionales sanitarios, de forma voluntaria, y en las que se requiera su
presencia. • Informar sobre la existencia de grupos y asociaciones, locales y
estatales, para las personas con DM, y facilitar su contacto. • Emitir, y
actualizar regularmente, la “Cartilla del Alumno con diabetes”, cumplimentando
los datos referidos a los aspectos sanitarios. En esta Cartilla también podrán
hacer anotaciones los padres y el profesorado. • Servir de nexo de unión para
favorecer la atención al niño y adolescente con DM. • Solicitar, y supervisar
regularmente, un frigorífico para los centros educativos cuyo Consejo Escolar
haya aprobado la admisión de materiales relacionados con la DM. Cuando ya no
sea necesario, este enfermero/a referente, contactará con la Dirección de Salud
– 31 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la
Escuela correspondiente para proceder a su retirada y así pueda ser utilizado
en otro centro. • El trabajo del enfermero/a referente en DM será reconocido a
través de una certificación, siempre y cuando se tenga constancia de la labor
desarrollada (soportado con una memoria anual). Para este reconocimiento deberá
haber prestado las funciones antes referidas en centros educativos a los que
asistan estudiantes con DM. b. Personal docente y no docente y Administración
educativa Los centros educativos, y por ende la Administración educativa, favorecerá
la ejecución de las siguientes actuaciones: - Incorporar en el Reglamento de
Organización y Funcionamiento (ROF) de los centros educativos la posibilidad de
ingerir comidas o bebidas, incluso en clase, para evitar o corregir posibles
hipoglucemias. Si esto es necesario hacerlo reiteradamente, puesto que puede
indicar un mal control de la DM, deberá ser comunicado a la familia, quien
valorará si acudir al personal sanitario o no. - Facilitar la realización de
pruebas académicas (exámenes, entrega de trabajos, etc.) en otro momento si la
situación del niño/adolescente con DM lo requiere (por situación documentada
de: hiperglucemia o hipoglucemia, consulta de revisión rutinaria programada,
etc.). - Informar, a criterio del centro, y con autorización de las familias,
al profesorado y resto de profesionales del centro educativo de la existencia
de un/a estudiante con DM. - Incrementar, en el Plan Regional de Formación del
Profesorado, el nú- mero de actuaciones formativas en temas específicos de EpS
en relación con la DM (obesidad, promoción del ejercicio físico y de la
alimentación saludable, educación diabetológica), en colaboración con la
Administración sanitaria. La formación irá dirigida al profesorado, personal no
docente y familias. - Favorecer la participación del niño/adolescente en todas
las actividades escolares, incluyendo las salidas y excursiones. - Velar por el
cumplimiento del pliego de prescripciones técnicas a las empresas
adjudicatarias del servicio de comedor en la elaboración de – 32 – Protocolo de
Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela menús
alternativos en caso de que el estudiante haga uso del comedor escolar, según
las indicaciones técnicas de Sanidad. - Someter al Consejo Escolar del centro
la decisión de autorizar la admisión de materiales relacionados con la DM. -
Aquellos centros educativos a los que asistan niños/adolescentes con DM, y cuyo
Consejo Escolar haya aprobado expresamente la admisión de materiales
relacionados con la DM, contarán con un pequeño frigorífico. Dicho frigorífico
será solicitado por el enfermero/a referente en DM a la Dirección de Salud del
Área de Salud correspondiente. Mientras que el frigorífico permanezca en el
centro será revisado, en sus visitas planificadas, por el enfermero/a referente
en DM. Cuando al centro educativo ya no asistan estudiantes con diabetes, el
centro deberá comunicar tal hecho al citado enfermero/a quien, a su vez, se
encargará de contactar con la Dirección de Salud para proceder a su retirada y
utilización en otro centro. - Incluir el Plan personalizado de cuidados del
niño y adolescente con diabetes en el expediente académico del alumno/a. -
Solicitar asistencia sanitaria en caso de urgencia o emergencia, a través de
las vías habituales para la prestación de asistencia sanitaria de urgencias o
emergencias. - Favorecer el acompañamiento del niño/adolescente por un
maestro/a, profesor/a o educador social cada vez que sea necesario hacerse una
determinación de glucemia, administrarse insulina, o se sospeche hipoglucemia.
- Informar a los distintos servicios educativos de la Consejería de Educación
sobre la existencia de este Protocolo de forma que se favorezca el cumplimiento
efectivo de todos los aspectos del mismo. - En los centros educativos, donde
existan alumnos con DM, se facilitará: • La coordinación con el enfermero/a
referente en DM del centro de salud. El centro educativo puede designar las
labores de coordinación a un profesional voluntario, que será el referente en
DM para el resto de personas del centro. El trabajo voluntario del responsable
en DM en el centro contará con créditos de reconocimiento, siempre y cuando se
tenga constancia de la labor desarrollada (soportado con una memoria anual).
Para este reconocimiento el centro deberá contar con estudiantes con DM. – 33 –
Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela •
El mantenimiento del contacto necesario con los padres y con el enfermero/a
referente en DM del centro de salud. • El establecimiento de un registro de los
alumnos/as con DM matriculados en el centro educativo. • La convocatoria de
reuniones, tras el diagnóstico, a padres, enfermero/a referente en DM, así como
a otras personas de la comunidad educativa del centro que se considere
necesario. La reunión será convocada por el director/a, o persona en quien
delegue, a instancias de cualquiera de las partes (docentes, profesionales
sanitarios, padres). • Colaborar en la cumplimentación del Plan personalizado
de cuidados, que será rellenado por el enfermero/a referente en DM en la
primera reunión. • Supervisar y solicitar, si es el caso, apoyado por el
director/a del centro, padres y enfermero/a referente en DM, la documentación y
espacios necesarios para el cuidado y control de la DM en el centro educativo.
• La existencia de autorización de la/s persona/s responsable/s del
niño/adolescente y de un Plan personalizado de cuidados de cada estudiante con
DM que asisten al centro educativo (Anexos I, II y III). • La existencia de
azúcar o de bebidas azucaradas en las estancias donde asistan
niños/adolescentes con DM. Además, el estudiante debería llevarlo siempre
consigo. • La información y apoyo al profesorado y tutor/a del grupo al que
pertenece el alumnado con DM. • Utilizar, en caso necesario, la Cartilla del
Alumno con DM como herramienta básica de contacto con el personal sanitario y
con los padres. • Indicar al alumnado cómo eliminar adecuadamente el material
sanitario ya utilizado, a través de un pequeño contenedor. c. Padres / madres /
tutores El padre, madre o tutor es el responsable de: - Informar al centro
educativo, lo antes posible, del diagnóstico, para que puedan ponerse en
marcha, rápidamente, todas las acciones que – 34 – Protocolo de Atención al
Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela establece este Protocolo. -
Colaborar en la elaboración del Plan personalizado de cuidados del niño y
adolescente con DM en el centro educativo. En este sentido, es importante, por
ejemplo, la información referente a los síntomas más frecuentes que presenta su
hijo/a en casos de hipoglucemias. - Cuando así haya sido autorizado por el
Consejo Escolar del centro, facilitar la autorización por escrito al centro
educativo para las actuaciones que precisen realizarse, si es el caso, por los
profesionales competentes (Anexo III); y proporcionar al centro educativo los
materiales que consideren necesarios para la atención adecuada a sus hijos/as.
- Colaborar en todo lo necesario para el control de la DM de su hijo/a, tanto
con el profesorado como con los profesionales sanitarios. - Colaborar en la
actualización de la Cartilla del Alumno con DM. - Si es posible, acudir a
administrar insulina, o a otros menesteres, cuando sea requerido por el
personal del centro educativo y el niño/adolescente no pueda realizarlo por sí
mismo. - Colaborar con el enfermero/a referente en DM en la eliminación
adecuada de lancetas y agujas ya utilizadas, a través de un pequeño contenedor.
- Facilitar los informes médicos y de enfermería del alumno, respecto a su
proceso, cuando sean requeridos por los profesionales que atienden al
niño/adolescente. - Facilitar al profesorado los justificantes de las faltas a
clase motivadas por la asistencia a consultas médicas y/o de enfermería, o por
otros motivos relacionados con su DM. d. Niños y adolescentes Los niños y
adolescentes con DM son responsables de: • Conocer qué es la DM, porqué se
produce, cuáles son los síntomas de las emergencias que pudieran presentarse
(al menos, hipoglucemia) y porqué el alumno/a con DM debe comer en clase o
salir del aula en ciertas ocasiones (controles glucémicos, prevención de
hipoglucemias y de sus graves consecuencias, etc.). El resto de niños y
adolescentes también deberán conocer estos aspectos, para lo cuál los docentes
del centro educativo facilita- – 35 – Protocolo de Atención al Niño/a y al
Adolescente con Diabetes en la Escuela rán la información necesaria. • Realizar
todas las tareas que son apropiadas para su edad y etapa de desarrollo,
colaborando activamente, en todo caso, con sus profesores, compañeros y demás
personas del centro, así como con sus padres, profesionales sanitarios y
personas de asociaciones colaboradoras. • En ningún caso deberán utilizar la DM
como pretexto de distinción o ventaja. • Además, procurarán aprender y utilizar
todos los instrumentos a su alcance para controlar la DM de forma autónoma. •
Utilizarán el contenedor sanitario para desechar el material sanitario
utilizado. El contenedor deberá estar ubicado en un lugar seguro y acordado
previamente por el secretario del centro y el enfermero referente. • Llevar
siempre consigo la Cartilla del Alumno/a con DM y estimular su utilización por
profesorado y padres. • Participar en las medidas de sus posibilidades, en la
elaboración de su propio Plan personalizado. e. Asociaciones de personas con DM
y AMPAS Las asociaciones juegan un papel clave como soporte en el medio
escolar. Deben implicarse, siempre que sean requeridas, sobre todo, en las
siguientes funciones: - Apoyo en actividades de promoción y educación para la
salud, de concienciación y de educación diabetológica. - Apoyo a la comunidad
educativa, especialmente en las actividades extraescolares. - Colaborar en la
formación en DM y transmitir experiencias. - Crear y mantener grupos de ayuda,
especialmente en los nuevos diagnósticos. - Colaborar activamente, en todos los
aspectos, con afectados, familiares, centros educativos y centros sanitarios.
___________________ A continuación (Figura 1) se muestra la secuencia e
interrelación de los distintos agentes implicados, una vez se realiza el diagnóstico
de DM. – 36 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en
la Escuela – 37 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes
en la EscuelaFigura 1.- Esquema de la secuencia de actuación, una vez realizado
el diagnóstico de DM. – 38 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente
con Diabetes en la Escuela 6. ESTRATEGIAS DE ABORDAJE DEL NIÑO/A/ADOLESCENTE
CON DIABETES EN LA ESCUELA a. Actitud socializante para el niño/a y adolescente
con diabetes Como se ha comentado en apartados anteriores, los niños y
adolescentes pasan muchas horas en los centros educativos, donde se generarán
las condiciones necesarias para que la DM no suponga ningún obstáculo en su
desarrollo. Para optimizar el control de la DM, toda la comunidad educativa
debe tener ciertos conocimientos acerca de la DM, mantener un contacto personal
padres-profesionales y proporcionar un entorno que promueva la atención
excelente a estas personas (3), (17), (22). El estudiante con DM debe
participar plenamente en todas las actividades del centro educativo, debiendo
vivirse como algo absolutamente normal la realización de determinaciones de
glucemia, la ingestión frecuente de alimentos o la administración de insulina
(3), (22), entre otras. La insulina es usualmente administrada en múltiples
inyecciones diarias o, más raramente, mediante una infusión a través de una
bomba. Resulta crucial para el logro de este control glucémico que padres,
niños y educadores comprendan muy bien los efectos del ejercicio físico y la
importancia de la terapia nutricional y del uso de la insulina (4). Para ello
juega un papel fundamental la información, formación y coordinación entre
centros educativos, sanitarios, familias y asociaciones. Es necesario
continuamente planificar y tener previstas las actividades que se van a
desarrollar en el ámbito educativo para decidir el plan global de cuidados (2).
b. Coordinación Sanidad – Educación – Comunidad – Familia La coordinación entre
los miembros de la comunidad educativa (Figura 2), el personal sanitario y las
entidades del entorno resulta clave. En este sentido es obligada la existencia
de un Plan personalizado de cuidados del niño y adolescente con diabetes en el
centro educativo (4), (16), (22). Se deberán cumplimentar todos los apartados
del mismo (4), (16), (22) (ver Anexos I, II y III y apartados correspondientes
de este Protocolo). – 39 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con
Diabetes en la Escuela De este Plan, deberán tener copia tanto el centro
educativo, como los padres y el responsable del centro de salud donde esté
adscrito el alumno/a y también el centro de salud de referencia del centro
educativo. En el sistema de coordinación aquí establecido (Figura 2), el centro
de salud al que se refiere es el de la zona de salud en la que esté ubicado el
centro educativo. El Plan deberá ser revisado y actualizado con periodicidad,
al menos, anual, al inicio de cada curso escolar. Tras el diagnóstico, los
padres informarán al centro educativo. Seguidamente se celebrará una reunión,
cuyos detalles se han comentado en apartados anteriores. En dicha reunión, se
comentará qué es la DM y se procederá a la cumplimentación del Plan
personalizado, entre otras actuaciones. Posteriormente, en el “día a día”, la
información entre enfermero/a referente en DM/centro de salud, profesional
referente en DM/centro educa- – 40 – Protocolo de Atención al Niño/a y al
Adolescente con Diabetes en la Escuela Figura 2.- Esquema de coordinación entre
los distintos actores implicados en la atención al niño/adolescente con
diabetes en le Escuela. tivo y padres, se utilizará la Cartilla del niño con DM
como herramienta bá- sica de comunicación, sin perjuicio del uso del teléfono,
Internet u otras vías de comunicación complementarias. Las asociaciones de padres
y madres, y de afectados, deberán prestar su apoyo en todo momento y en todos
los aspectos, dentro de su ámbito de competencia y posibilidad de apoyo. El
Consejo Asesor de Diabetes ofrecerá apoyo técnico a la Consejería de Sanidad y
Dependencia y a la Consejería de Educación en todos los temas que se relacionan
en este Protocolo y que en la atención al niño/adolescente con DM puedan
surgir. La Consejería de Sanidad y Dependencia y la Consejería de Educación, de
la Junta de Extremadura, deberán coordinarse en la atención al niño/adolescente
con DM como ya lo hacen en otros temas, en especial se puede tomar como ejemplo
la coordinación llevada a cabo en relación con las actividades de EpS en la
Escuela. c. Situaciones en el medio educativo. Complicaciones agudas de la
diabetes mellitus. Conviene definir, en función del nivel de glucosa en sangre,
los posibles estados en los que puede encontrarse el niño/adolescente con DM
para saber cómo actuar, con mayor precisión, ante determinadas situaciones.
Serían las siguientes: Glucosa normal en ayunas: 70-110 mg/dl Objetivo general
para niños/adolescentes con DM: 80-180 mg/dl Hipoglucemia franca: < 60 mg/dl
Hiperglucemia: > 240 mg/dl c. 1. Situaciones no urgentes El nivel normal, en
ayunas, de glucosa en sangre, en una persona muy bien controlada de su DM o que
no tenga DM, oscila entre 70 y 110 mg/dl (6), (7), (8). – 41 – Protocolo de
Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela Siempre se debe
llevar consigo algún producto rico en azúcares (por ejemplo: azucarillos,
bebidas azucaradas, colas, Glucosport). c.1.1. Excursiones y viajes Es muy
recomendable que el niño/adolescente sea autónomo; en caso contrario deberá
valorarse muy especialmente la conveniencia de la realización de excursiones y
viajes. En cualquier caso un adulto con nociones bá- sicas en el cuidado de
diabetes debe tenerlo en todo momento bajo control (7). Si hay que pernoctar,
elegir un compañero/a de habitación adecuado, es decir, que conozca qué es la
DM y los síntomas de hipoglucemia. Previamente, los padres y profesores han de
comentar la pauta a seguir y comprobar que el alumno/a (7), (9), (24): - Lleva:
• Documentos identificativos, tarjeta sanitaria y Cartilla del Alumno/a con DM
o, en su defecto, breve informe. • Azúcar o bebidas azucaradas. • Glucómetro,
lancetas y tiras reactivas (para sangre y orina). • Glucagón. • Comida
preparada por si hay que retrasar la comida accidentalmente. Por ejemplo:
bocadillo, galletas, yogur, etc. • Insulina y material para la inyección. - Ha realizado,
y revisado, junto a los padres, un plan de tratamiento completo, con horarios,
que deberá constar en la Cartilla del niño con DM. De especial interés es la
consideración de: • No saltarse las comidas. • Prevenir los retrasos en el
horario de comidas. • Vigilar el exceso de ejercicio para adecuar la dosis de
insulina y la dieta. • Llevar siempre insulina, suplementos de hidratos de
carbono y glucagón. – 42 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con
Diabetes en la Escuela c.1.2. Ejercicio físico El ejercicio físico se considera
como uno de los pilares básicos en el tratamiento del niño/adolescente
diabético. Éste aporta numerosos beneficios a todas las personas, entre ellos,
la mejora de los niveles de glucemia, por ello podemos decir que es aún más
importante para el niño/adolescente con DM (25). El niño puede y debe realizar
ejercicio físico todos los días junto a los demás niños. En caso de sobrepeso
se debe insistir aún más (3). Se aconseja un ejercicio físico de baja
resistencia (aeróbico). Se debe controlar la glucemia antes y después del
ejercicio, ajustar la dosis de insulina y disponer de azúcares de absorción
rápida por si fuera necesario (zumos, pastillas de glucosa, azúcar). Por ello
es necesario planificar adecuadamente el ejercicio. A estos efectos, se debe
considerar como ejercicio físico, por ejemplo, el “baile” (24). En general, con
el objeto de prevenir hipoglucemias, se recomienda realizar glucemia e ingerir
algún alimento, previamente al ejercicio. Para ejercicios fuertes o de una
duración mayor a los 30 minutos, debe volver a ingerirse una cantidad similar
de hidratos de carbono (3). Una opción sería tomar un bocadillo y/o fruta (7),
y/o zumo. Realizar también glucemia tras el ejercicio físico. De forma más
detallada, en la Tabla 1 se recogen las normas generales antes, durante y
después del ejercicio físico, según diversas situaciones. Cuando se inicia una
nueva temporada de ejercicio físico, será necesario monitorizar la glucemia
frecuentemente en las 12 horas siguientes (3) y ajustar las dosis de insulina.
El ejercicio físico intenso puede provocar hipoglucemias severas en las 12 a 24
horas posteriores (9), por lo que no es aconsejable y, en caso de realizarlo,
se deberá llevar a cabo un control exhaustivo de la glucemia durante ese
tiempo. No es aconsejable practicar ejercicio físico si el niño/adolescente con
DM está mal controlado, con cifras superiores a 240 mg/dl y/o cetona en sangre
u orina (9) o con cifras bajas de glucemia (7). – 43 – Protocolo de Atención al
Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela c.1.3. Comidas La
alimentación habitual de la persona con DM es muy similar a la del resto,
exceptuando los hidratos de carbono de absorción rápida, como azú- cares de
mesa, dulces, pasteles, chocolate y similares (7). Es muy importante respetar
el horario de las comidas, incluido el almuerzo, por lo que, por ejemplo, si se
retrasa alguna salida de clase, se debe permitir que tome algún alimento en la
misma clase (7). Es importante tener en cuenta que puede necesitar comer algo
en cualquier momento. Se deben evitar periodos de ayuno que sean superiores a
las cuatro horas. Los alimentos ingeridos deben ser los adecuados para el
crecimiento y buen control de la DM; si aparece sobrepeso, deberá instaurarse,
por los – 44 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en
la Escuela Antes del ejercicio (medirse la glucemia y…) • Si está entre 100-200
mg/d Iniciar el ejercicio con normalidad • Si está entre 70-100 mg/dl Tomar
alimentos antes de empezar (p. ej. un zumo). • Si presenta síntomas de
hipoglucemia No empezar • Si está en 240 mg/dl o más No realizar ejercicio • Si
cetona en sangre (u orina) No realizar ejercicio • Si el ejercicio es
prolongado Tomar un suplemento de 10-15 gr. de hidratos de carbono cada 30
minutos (p. ej. galletas o pequeño bocadillo) Durante el ejercicio El
niño/adolescente con diabetes debe tener acceso fácil a alimentos para tratar o
prevenir las hipoglucemias Después del ejercicio El niño/adolescente con
diabetes debe controlarse la glucemia Si ejercicio no habitual y no puede
hacerse glucemia, tomar algún alimento Los ejercicios muy intensos y
prolongados (más de 30 minutos) pueden hacer subir momentáneamente la glucemia
pero luego tienden a bajarla. En estas situaciones NO hay que poner suplementos
de insulina Tabla 1.- Normas antes, durante y después del ejercicio físico.
profesionales sanitarios, una alimentación con restricción calórica (3) e
incremento del ejercicio físico. c.1.4. Comedor escolar Como se ha citado, en caso
de que el estudiante con DM se quede al comedor escolar (los menús, como en
cualquier otro caso, deben ser variados, completos, sanos y equilibrados), no
debe comer diferente, sólo hay que restringir los postres dulces (2), (7). Los
padres deberán conocer con antelación suficiente las comidas que vaya a hacer
el niño/adolescente para poder planificar correctamente su alimentación. Se
exigirá el cumplimiento riguroso del Pliego de prescripciones técnicas a las
empresas adjudicatarias del servicio de comedor en todos los aspectos y,
especialmente, en lo referido a la elaboración de menús alternativos en caso de
que el estudiante con diabetes haga uso del comedor escolar. c.1.5. Salidas al
servicio Cuando el control de la DM no es bueno, por glucemias altas, el
niño/adolescente puede tener la necesidad de beber mucha agua y también de
orinar mucho y con más frecuencia (7), por lo que puede ocurrir que deba salir
de clase para ir al servicio. En estos casos debe realizarse una glucemia y
actuar en función de ésta. Las salidas reiteradas al servicio, siempre deben
ser comunicadas a los padres a través de anotación en la Cartilla del alumno/a
con DM. c.1.6. Cumpleaños y otras celebraciones Los niños pequeños y de mediana
edad acuden con frecuencia a estos actos donde se ofrecen muchos alimentos no
aconsejables para ellos. Las hiperglucemias que se producen posteriormente a su
ingesta alteran el control durante varios días. Por ello, si el niño va a
asistir a una fiesta, debe elegir los alimentos más sanos y, si es preciso,
puede ponerse suplementos de insulina rápida (24). Algunos ejemplos de comidas
recomendables para situaciones extraordinarias son: frutas, refrescos sin
azúcar y chicles sin azúcar (25). – 45 – Protocolo de Atención al Niño/a y al
Adolescente con Diabetes en la Escuela En cualquier caso siempre deben
estimularse las celebraciones infantiles con actividades saludables entorno a
juegos, cine, baile, etc. (24). En todas ellas es recomendable que el
niño/adolescente y su familia sepan qué se va a hacer con la suficiente
antelación para poder programar la participación sin correr riesgos de
hipoglucemias o hiperglucemias. c. 2. Situaciones urgentes c.2.1. Hipoglucemia
Aunque la definición de hipoglucemia es controvertida, se ha aceptado como
aquel nivel de glucosa en sangre por debajo de 601 mg/dl (3), (25), siendo una
definición genérica la siguiente: situación en la que el aporte de glucosa a
los diferentes tejidos es insuficiente (17). Los momentos del día en que más
frecuentemente ocurren es al mediodía, antes del almuerzo, o después de haber
hecho ejercicio físico, por ejemplo en la clase de educación física (25). Es la
complicación más frecuente de la DM, y precisa de una actuación rápida y
correcta ya que puede producir lesiones neurológicas duraderas o irreversibles
e incluso coma hipoglucémico y muerte (26). Cuanto más pequeño es el niño/a,
mayor riesgo de hipoglucemia y mayor vulnerabilidad (3) a daños neurológicos.
Aunque la DM per sé no se ha asociado con problemas cognitivos, las hipoglucemias
sí pueden producir este deterioro (3), sobre todo aquellas en las que hayan
aparecido convulsiones (17). Incluso hipoglucemias leves (algo por debajo de 60
mg/dl) pueden causar graves alteraciones cognitivas en relación, sobre todo,
con el aprendizaje asociativo y la atención (3). Entre las alteraciones agudas
neuropsicológicas se encuentra una incapacidad momentánea para reaccionar y
razonar adecuadamente. Por tanto, el objetivo de lograr un control óptimo de la
DM es de suma importancia en los niños menores. De todo esto deberán estar
especialmente informados tanto los padres, como el profesorado (17). Sus causas
(Tabla 2) pueden ser diversas: comida insuficiente o tardía, – 46 – Protocolo
de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela 1 A veces
pueden presentarse síntomas de hipoglucemia con valores de glucemia superiores
a estas cifras. dosis excesiva de insulina o ejercicio físico mal programado
(9). Toda persona con DM debería tener siempre a mano alguna comida o bebida
rica en hidratos de carbono y un glucómetro (17). Los síntomas pueden ser
variados y diferentes en cada alumno/a: sudores fríos, temblor, palidez, visión
borrosa, mareos, náuseas, irritabilidad, palpitaciones, falta de concentración,
etc. (9), (26). En la Tabla 3 se especifican los principales síntomas de
hipoglucemia. Debería sospecharse hipoglucemia en una persona con DM ante
cualquier alteración de las funciones neurológicas superiores (27), tales como
dolor de cabeza, cambios de comportamiento: irritabilidad y mal humor, mareo,
debilidad, visión borrosa, amnesia del episodio, confusión, alucinaciones. Si
aparece cualquiera de estos síntomas deberá procederse a la determinación de la
glucemia. Abordaje. El primer paso, tras la sospecha por los síntomas que
presente, es la realización de una glucemia capilar (27). Si no se puede
realizar glucemia, deberemos proceder como si hubiésemos confirmado
hipoglucemia (7), (17), (27) dadas las graves consecuencias que pudieran
aparecer. La hipoglucemia hay que tratarla de forma inmediata, urgentemente,
pero sin prisas y sin pausas, con la dinámica que nos permita hacerlo bien. 1.
Si el niño/adolescente está consciente, deberá tomar algún alimento rico en
hidratos de carbono de absorción rápida. Detener cualquier tipo de actividad
(8). En 5 a 15 minutos los niveles de glucemia deben comenzar a elevarse (17).
Si el estudiante se recupera adecuadamente, ingerir alguna porción de alimento
de hidratos de carbono de absorción lenta y el estudiante puede volver a sus
actividades de clase (22). Si no se normaliza, volver a tomar algún alimento
rico en hidratos de carbono de absorción rápida y avisar al personal sanitario
y a los padres/tutores. Anotar lo ocurrido en la Cartilla del Alumno/a con DM.
– 47 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la
Escuela Causas más frecuentes de hipoglucemia: • Comida insuficiente o tardía.
• Dosis excesiva de insulina. • Ejercicio físico mal programado (excesivo) •
Vómitos. Tabla 2.- Causas más frecuentes de hipoglucemia. 2. Si estuviera
inconsciente, dado que es muy importante actuar lo antes posible para evitar
secuelas, llamar al personal sanitario de urgencias, telé- fono 112. Avisar
también a la familia. Anotar lo ocurrido en la Cartilla del Alumno/a con DM. En
todo caso, en ningún momento debe dejarse sólo al niño/adolescente en que se
sospeche hipoglucemia. Se deberá tener en cuenta que en caso de intoxicación
etílica con hipoglucemia (ocurre a veces en adolescentes con DM), la
administración de fármacos como glucagón no resulta efectiva (17), (26), (28)
siendo precisa la administración de suero glucosado intravenoso (17). Por ello,
en caso de una persona con DM con síntomas de hipoglucemia y de intoxicación
etílica, se deberá avisar inmediatamente al personal sanitario. Tampoco será
efectiva la administración de glucagón en caso de ayuno prolongado (28). – 48 –
Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela
Tabla 3.- Tipos y síntomas de hipoglucemia. HIPOGLUCEMIAS CON NIÑO/ADOLESCENTE
CONSCIENTE Inicialmente • Sensación de hambre • Palidez • Dolor de cabeza •
Dolor abdominal • Sudoración fría • Cambio de carácter (irritabilidad, mal
humor) • Temblores •Falta de concentración • Palpitaciones • Taquicardia •
Debilidad Si no se corrige • Cambios de comportamiento (agresividad, mal humor,
etc.) • Alucinaciones • Visión borrosa • Mareos • Náuseas • Somnolencia
(adormecimiento) • Sudoración • Confusión • Amnesia del episodio HIPOGLUCEMIAS
CON NIÑO/ADOLESCENTE INCONSCIENTE Se puede llegar a • Coma • Convulsiones •
Incapacidad para tomar algo por vía oral Los profesores tendrán información
completa, y por escrito, de los síntomas que habitualmente presenta el
estudiante en situación de hipoglucemia para poder identificar la situación y
además, instrucciones concretas de cómo actuar. En estos aspectos es
fundamental consultar el Plan personalizado de cuidados del niño y adolescente
con DM en el centro educativo. Se debe investigar siempre la causa de
hipoglucemia con el objetivo de facilitar la corrección del episodio de
hipoglucemia y para incidir en los aspectos preventivos y de educación
diabetológica que permitan poder prevenirlas en el futuro (27). c.2.2.
Hiperglucemia Se define como cifras de glucemia superiores a 240-300 mg/dl (8),
(25). Sus causas pueden ser varias: porque se haya puesto poca insulina, porque
aumenten las necesidades de ésta por una enfermedad intercurrente (anginas,
gripe, catarro, fiebre, etc.) o por exceso de comida. Los síntomas son: sed
intensa, necesidad de orinar frecuentemente, cansancio, fatiga, actitud pasiva,
dolor abdominal, vómitos. La instauración de estos síntomas es progresiva y,
generalmente, no constituyen una situación de emergencia, salvo que aparezcan
vómitos (25). No obstante, es importante tratar la hiperglucemia apenas se
detecte, con el fin de evitar la aparición de cuerpos cetónicos. Los cuerpos
cetónicos se producen cuando el organismo no puede utilizar la glucosa como
combustible y entonces descompone las grasas (triglicéridos) para obtener
energía. La consecuencia que se deriva de este proceso es la acumulación de
unas sustancias de desecho denominadas cuerpos cetónicos o cetonas, que el
organismo intenta eliminar a través de la orina. La presencia de cuerpos
cetónicos origina la aparición de una serie de síntomas: náuseas, vómitos,
dolor abdominal, olor característico del aliento (afrutado).
Desafortunadamente, al no poder eliminarse totalmente los cuerpos cetónicos por
la orina, éstos se acumulan en la sangre pudiendo llegar a presentarse una de
las complicaciones más graves de la diabetes, la cetoacidosis diabética (ver
siguiente apartado). – 49 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente
con Diabetes en la Escuela Abordaje. Ante los síntomas descritos, realizar
glucemia si es posible, para confirmar o descartar la hiperglucemia. Si no es
posible la realización de glucemia, actuar como si existiera una situación de
hiperglucemia: avisar a los padres y a los profesionales sanitarios. En todo
caso, informar a los padres de lo ocurrido a través de la Cartilla del Alumno/a
con DM. Cuando existe hiperglucemia, el estudiante puede sentirse mal, con
mucha sed y necesidad de orinar con frecuencia. En estas situaciones, además de
necesitar beber líquidos sin hidratos de carbono, puede precisar la
administración de una dosis extra de insulina. Por ello hay que facilitarle el
acceso a los líquidos y a los lavabos siempre que lo necesite. La bebida más
indicada es el agua. c.2.3. Cetoacidosis diabética Es una complicación aguda de
la DM, relativamente muy poco frecuente, grave, caracterizada por un incremento
importante de cuerpos cetónicos, hiperglucemia y acidosis metabólica,
consecuencia de una deficiencia grave de insulina. La deficiencia de insulina
provoca que el organismo pase a metabolizar grasas (triglicéridos) en lugar de
la glucosa para obtener energía, lo que provoca la acumulación de esas
sustancias de desecho (cuerpos cetónicos en sangre y orina), elevación de los
niveles de glucemia y deshidratación (6), (17), (29). Es una de las formas en
que puede presentarse la DM (10), (29), sobre todo de tipo 1 y en menores de 4
años (3). En niños con DM conocida, la causa más frecuente es el olvido de la
administración de insulina (3). Otras causas son enfermedades comunes
(resfriados, infecciones de orina, por ejemplo), estrés psicológico, etc. (3),
(17), (29). En caso de cetoacidosis repetidas hay que descartar falta de
adherencia o actitud de rebeldía ante el tratamiento con insulina (17). Los
síntomas son, entre otros, náuseas, vómitos y dolor abdominal. Puede progresar
a hipotensión, edema cerebral, coma y muerte, si no es tratada (17). Abordaje.
Ante la presencia de síntomas, avisar a los profesionales sanitarios y a los
padres. d. Otras recomendaciones 1. Control por su médico y enfermero/a de
posibles alteraciones – 50 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente
con Diabetes en la Escuela a nivel de: riñones, tensión arterial, colesterol y
triglicéridos, retina, pies, lugares de inyección, peso y piezas dentales. Se
aconseja revisión anual de estos aspectos (17). 2. Puesto que los casos de DM
tipo 2 se están incrementando en los niños, se recomienda hacer cribado de DM
en niños obesos. Una de las propuestas para este cribado es la siguiente:
niños/adolescentes que presenten un índice de masa corporal superior al
percentil 85 para su edad y sexo, más uno de los siguientes factores de riesgo:
historia familiar de DM tipo 2 en familiares de primer grado, signos de
resistencia insulínica (acantosis nigricans, hipertensión, dislipemia, o
síndrome de ovario poliquístico) y/o historia materna de DM gestacional. Debe
iniciarse a los 10 años y realizarse cada 2 años (10). Para obtener información
sobre obesidad, puede consultarse la bibliografía y los materiales de Educación
para la Salud disponibles en esta materia (ver anexos). 3. Dado que la DM tipo
1 se asocia a otras enfermedades autoinmunes, especialmente a la afectación de
tiroides (la afectación autoinmune del tiroides ocurre en el 25 % de los casos
de DM tipo 1), se recomienda control anual del tiroides por su médico (10),
(17). Igualmente se aconseja descartar enfermedad celiaca (17). 4. El
Calendario Oficial de Vacunaciones de la Comunidad Autó- noma de Extremadura,
debe seguirse igual que en el resto de niños y adolescentes. Además, es
recomendable, y es una prestación del Sistema Sanitario Público de Extremadura:
➭
Vacunación frente a la gripe, anualmente, para todos los niños, y adolescentes,
con DM mayores de 6 meses de edad. ➭ Vacunación frente a neumococo.
Incluido como grupo de riesgo todo niño con DM. 5. Se deberá estar atento a
posibles alteraciones psicológicas. La DM tipo 1 puede favorecer la aparición
de problemas emocionales y de conducta, siendo a estas edades difícil de
abordar (17). – 51 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes
en la Escuela ➭ Una de las causas más frecuentes de olvido de
administración de insulina y de sus consecuencias, como la hiperglucemia y la
cetoacidosis diabética, son ciertas alteraciones mentales, como por ejemplo, la
depresión o los trastornos de la conducta alimentaria (3), (17). ➭
Se aconseja descartar depresión y ansiedad (17), anualmente, a partir de los 10
años de edad (3). ➭ Si no se consiguen los objetivos en cuanto a peso, se
deberá valorar estudio sobre un posible trastorno de la conducta alimentaria
(3), dado que en los jóvenes con DM son más frecuentes (17). 6. Los
niños/adolescentes deberán determinar su glucemia antes de montar en vehículos
conducidos por ellos mismos (bicicletas, motocicletas) (3). 7. No acostarse
nunca sin medirse la glucemia y sin tomar algún alimento. 8. Revisar el
glucómetro regularmente. En especial es necesario valorar su calibración.
Deberá tenerse especial cuidado en no dejar restos de alcohol en el dedo antes
de determinar la glucemia y en disponer de tiras reactivas en buen estado y no
caducadas (27) para evitar errores. 9. Se deberá hacer especial énfasis en las
actividades de educación para la salud en niños y adolescentes con DM en todos
los temas posibles, incluyendo la DM y, también, especialmente: higiene,
alimentación, ejercicio físico y salud sexual. – 52 – Protocolo de Atención al
Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela Cuadro resumen sobre la
diabetes y su tratamiento. LO QUE HAY QUE SABER • Qué es. • En qué consiste su
tratamiento. Necesidad de llevar un control óptimo en todo momento. • Necesidad
de planificar las actividades que requieren esfuerzo físico. • Necesidad de
planificar las comidas. • Considerar las situaciones previsibles que pueden
repercutir en la vida escolar. - Los controles de glucemia. - Los valores
considerados normales/altos/bajos. - Las inyecciones de insulina. • Considerar
las situaciones imprevisibles que pueden representar en el horario escolar.
Básicamente: - Hipoglucemia. - Hiperglucemia. – 53 – Protocolo de Atención al
Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela – 54 – Protocolo de Atención
al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela 7. SEGUIMIENTO Y
EVALUACIÓN Con la finalidad de obtener información sobre las actuaciones
realizadas y los resultados conseguidos, se hace preciso llevar a cabo el
seguimiento y la evaluación de este Protocolo. Con ello se podrá valorar su
nivel de implementación a la vez que tener la oportunidad de mejorarlo en
aquellos aspectos en que los resultados hayan sido inadecuados y de mantener, o
incluso impulsar, aquellos otros aspectos mejor valorados. De esta forma se
podrá generar una versión mejorada de este Protocolo, pues se trata de un
documento dinámico. El seguimiento y la evaluación serán llevados a cabo por la
Dirección General de Salud Pública y la Dirección General de Asistencia
Sanitaria del Servicio Extremeño de Salud, así como por la Dirección General de
Política Educativa y la Dirección General de Calidad y Equidad Educativa, de la
Consejería de Educación, sin perjuicio de que participen otras entidades y
profesionales. El seguimiento, que será continuo, se realizará de forma
coordinada entre las unidades administrativas que conforman el Comité
Institucional. La evaluación será bianual. Abarcará la ejecución, efectividad y
pertinencia del Protocolo, así como los resultados obtenidos. Resultarán del
máximo interés las aportaciones de los profesionales, tanto del ámbito
educativo como sanitario, de los padres y de las asociaciones. Tanto el
seguimiento como la evaluación serán coordinados por la Dirección General de
Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud. – 55 – Protocolo de Atención al
Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela – 56 – Protocolo de Atención
al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela 8. GLOSARIO DE TÉRMINOS
Acantosis nigricans. Afección en la que aparecen zonas en relieve de color
marrón en el cuello, las axilas, y la ingle. En algunas ocasiones, también se
presentan sobre las manos, los codos y las rodillas. Es mucho más frecuente en
personas obesas (30). Acidosis metabólica. Situación grave provocada por
acúmulo de sustancias ácidas en la sangre, consecuencia de la utilización
inadecuada de glucosa. Ayunas. Generalmente, se considera al periodo de tiempo
igual o superior a 8 horas sin ingerir alimentos. Células beta (β). Células
ubicadas en el páncreas, especializadas en la producción de insulina. Centro de
salud. Recurso sanitario encargado de prestar atención sanitaria integral a la
población ubicada en su zona de salud, a través de un equipo multidisciplinar
de profesionales denominado “equipo de atención primaria”. Centro educativo. En
este documento, se entiende como sinónimo de “escuela”. Cetoacidosis. Estado
anormal producido por exceso de ácidos en los tejidos y en la sangre provocado
por la presencia anormal de cuerpos cetónicos. Cetonemia. Presencia de cuerpos
cetónicos en sangre. Cetonuria. Presencia de cuerpos cetónicos en orina.
Comunidad. Conjunto de personas y entidades que conforman el entorno social,
local, del centro educativo. Comunidad educativa. Conjunto de personas que
comparten el proyecto común de educar y enseñar a los niños y jóvenes. Está
constituida por padres, profesorado, alumnos y personal no docente del centro
educativo. – 57 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes
en la Escuela Cuerpos cetónicos. También llamados cetonas. Se producen cuando
el organismo utiliza las grasas en lugar de los azúcares para generar energía.
Cribado. Detección de determinada enfermedad o alteración, a personas
aparentemente sanas, a través de una prueba sistemática. Permite detectar una
determinada enfermedad en sus inicios, antes de que produzcan manifestaciones
clínicas. Dislipemia. Niveles de colesterol y/o triglicéridos en sangre
anormales. Edema cerebral. Hinchazón blanda del cerebro, que cede a la presión
(31). Educador Social. Profesional, no docente, que ejerce de enlace entre el
profesorado y el alumnado en los centros educativos de Secundaria. Emergencia.
Situación que requiere atención inmediata. Existe riesgo de muerte. Enfermedad
celiaca. Patología en la que existe una intolerancia al gluten (proteína
presente en el trigo, centeno y la cebada). Equipo de atención primaria. Grupo
de profesionales, de carácter multidisciplinar, encargado de prestar atención
sanitaria integral a la población adscrita al centro de salud. Escuela.
Conjunto de centros educativos que imparten enseñanzas no universitarias, desde
Educación Infantil hasta Bachillerato, ambos inclusive. Glucagón. Hormona
segregada por el páncreas, que eleva el nivel de glucosa en la sangre.
Glucemia. Nivel de glucosa en sangre. Glucemia capilar. Es el resultado de la
medición del nivel de glucosa por medio del análisis de una pequeña gota de
sangre, obtenida, normalmente, a través de la punción de un dedo. – 58 –
Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela
Glucómetro. Aparato para medir la cantidad de azúcar que tiene un líquido (13),
en nuestro caso, la sangre. Glucosa. Hidrato de carbono simple, desde el punto
de vista molecular, só- lido blanco, muy soluble en agua, de sabor muy dulce.
También recibe el nombre de “dextrosa”. Glucosuria. Presencia de glucosa en
orina. Incidencia. Número de casos nuevos de una enfermedad. Incontinencia.
Incapacidad para controlar la emisión de orina. Índice de masa corporal (IMC).
Parámetro que se obtiene al dividir el peso de una persona entre su talla
elevada al cuadrado, expresados en kilogramos y metros, respectivamente. Sirve
para determinar si una persona está obesa, o no, y en qué grado. En un adulto,
se considera sobrepeso cuando supera 25, y obesidad cuando supera 30. Insulina.
Hormona segregada por el páncreas, que regula la cantidad de glucosa existente
en la sangre. Hoy también se obtiene por síntesis química artificial (31).
Lanceta. Aguja muy fina que se utiliza para punzar la piel y extraer una gota
de sangre. Esta gota de sangre se utilizará para determinar los niveles de
glucemia a través del glucómetro. Nicturia. Despertares nocturnos, varias
veces, para orinar. Páncreas. Glándula situada junto al intestino delgado, que
tiene uno o varios conductos excretores que desembocan en el duodeno. Consta de
una parte exocrina, la cual elabora un jugo que vierte en el intestino y
contribuye a la digestión porque contiene varias enzimas, y otra endocrina, que
produce insulina (31). – 59 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente
con Diabetes en la Escuela IMC Peso (Kg) Talla (m) = 2 Polidipsia. Necesidad de
beber con frecuencia y abundantemente, que se presenta en algunos estados
patológicos, como la DM (31). Polifagia. Excesivo deseo de comer que se
presenta en algunos estados patológicos (31), como la DM. Poliuria. Producción
y excreción de gran cantidad de orina (31). Prevalencia. Número de casos de una
enfermedad en una población, en un momento dado. Síndrome de ovario
poliquístico. Conjunto de síntomas y signos entre los que destacan los debidos
a las alteraciones hormonales (exceso de vello, entre otros) y muchos quistes
en ovarios. Urgencia. Situación en la que la atención se puede demorar un
tiempo limitado. Inicialmente no hay riesgo de muerte inmediata. Zona de salud.
Marco territorial para la organización de la atención primaria de salud y la
actuación del equipo de atención primaria. Cada zona de salud tiene asignado un
centro de salud. En las zonas de salud rurales constituidas por varios
municipios, además del centro de salud, cada municipio cuenta, en general, con
un consultorio local. – 60 – Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente
con Diabetes en la Escuela 9. BIBLIOGRAFÍA (1) Generalitat de Catalunya.
Departament de Salut; Associació de Diabètics de Catalunya (ADC). Protocol
d´actuació per a la diabetes a l´escola. Barcelona: Generalitat de Catalunya;
2005. (2) Barrio R. La diabetes en la escuela [monografía de Internet]. 2004
[citado 17 ener 2009]. Disponible en:
http://www.ascensia.es/user/ediarticulos29.htm (3) Silverstein J, Klingensmith
G, Copeland K, Plotnick L, Kaufman F, Laffel L, et al. Care of Children and
Adolescents With Type 1 Diabetes. A statement of the American Diabetes
Association. American Diabetes Association. Diabetes Care 2005;28:186-212. (4)
American Diabetes Association. Diabetes Care in the School and Day Care
Setting. Diabetes Care 2004;27(1):122-128. (5) American Diabetes Association.
Diabetes Care in the School and Day Care Setting. Diabetes Care
2008;31(1):S79-S86. (6) Carramiñana F, Igual D, Parra J, Pérez ME, Rodríguez
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Materiales de Educación para la Salud. Volumen 3 [CD-ROM]. Mérida: Consejería
de Sanidad y Dependencia. Junta de Extremadura; 2008. (7) Buesa E. El niño
diabético en el colegio [monografía de Internet]. Castellón: Hospital General;
2004 [citado 6 febr 2009]. Disponible en: http://buesa.org/DM-ESCUELA.pdf (8)
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Management Of Children With Diabetes In School [monografía de Internet]. Reno;
2002 [citado 16 ener 2009]. Disponible en: http://health2k.state.nv.us/diabetes/documents/School%20Guidelines2.pdf
(9) Associació de persones amb diabetes de les Illes Balears (ADIBA). Projecte
l´infant I l´adolescent amb diabetis a l´escola. Palma de Mallorca: ADIBA;
2006. (10) González E, Hinojosa MC, Inglada L. Diabetes mellitus tipo 1 y 2:
etiopatogenia, formas de comienzo, manifestaciones clínicas, historia natural.
Medicine 2008.
Tomado de:
Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela. Extremadura. Mérida, septiembre 2010.
Tomado de:
Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela. Extremadura. Mérida, septiembre 2010.
Autores, coordinación y Comité Institucional Coordinación Eulalio Ruiz Muñoz. Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Dirección General de Salud Pública. Servicio Extremeño de Salud. Consejería de Sanidad y Dependencia. Mérida. Comité Institucional Sr. D. José Luis Ferrer Aguareles. Director General de Planificación, Ordenación y Coordinación. Consejería de Sanidad y Dependencia. Sr. D. Clarencio Jesús Cebrián Ordiales. Director General de Salud Pública. SES. Consejería de Sanidad y Dependencia. Sr. D. Ceciliano Franco Rubio. Director Gerente del Servicio Extremeño de Salud. SES. Consejería de Sanidad y Dependencia. Sr. D. Arturo Sánchez-Porro Parejo. Director General de Asistencia Sanitaria. SES. Consejería de Sanidad y Dependencia. Sr. D. Felipe Gómez Valhondo. Director General de Política Educativa. Consejería de Educación. Sr. D. Antonio Tejero Aparicio. Director General de Calidad y Equidad Educativa. Consejería de Educación. Grupo de Trabajo Técnico (autores) D. Francisco Javier Arroyo Díez. Médico especialista en Pediatría. Atención diabetológica. Área de Salud de Cáceres. Servicio Extremeño de Salud. Consejería de Sanidad y Dependencia. Cáceres. Dª. Sonia Bartivas Cerezo. Licenciada en Ciencias Biológicas. Especialista en Bioquímica y Genética Molecular. Profesora Enseñanzas Medias. Asesora de la Dirección General de Calidad y Equidad Educativa. Consejería de Educación. Mérida. Dª. Mercedes Cortés Mancha. Médico. Dirección General de Salud Pública. Servicio Extremeño de Salud. Consejería de Sanidad y Dependencia. Mérida. D. José Luis Ferrer Aguareles. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Dirección General de Planificación, Formación y Calidad. Consejería de Sanidad y Dependencia. Mérida. Dª. Mª Isabel García López. Maestra especialista en Educación Física. Psicopedagoga. Unidad de Programas Educativos de Badajoz. Consejería de Educación. Badajoz. Dª. Manuela García Simón. Enfermera. Dirección General de Asistencia Sanitaria. Servicio Extremeño de Salud. Consejería de Sanidad y Dependencia. Mérida. D. Luis González Martos. Maestro. Presidente de la Federación de Asociaciones de Diabéticos de Extremadura. Don Benito. –5– Protocolo de Atención al Niño/a y al Adolescente con Diabetes en la Escuela D. Dimas Igual Fraile. Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Manuel Encinas. Área de Salud de Cáceres. Servicio Extremeño de Salud. Consejería de Sanidad y Dependencia. Cáceres. Dª. Mª José López Gómez. Enfermera. Dirección General de Salud Pública. Servicio Extremeño de Salud. Consejería de Sanidad y Dependencia. Mérida. Dª. Carmen Núñez Cumplido. Trabajadora Social. Directora del Centro Extremeño de Desarrollo Infantil (CEDI). Consejería de Sanidad y Dependencia. Mérida. Dª. Leonor Palomo Béjar. Enfermera. Centro de Salud Plasencia II. Servicio Extremeño de Salud. Consejería de Sanidad y Dependencia. Plasencia. D. Juan Parra Barona. Médico especialista en Endocrinología y Nutrición. Hospital de Mérida. Área de Salud de Mérida. Servicio Extremeño de Salud. Consejería de Sanidad y Dependencia. Mérida. D. Rafael Ramos López. Psicólogo. Confederación Católica de Padres de Alumnos de Extremadura (CONCAPA). Badajoz. D. José Luis Ramos Sánchez. Pedagogo. Jefe de Servicio de Programas Educativos y Atención a la Diversidad. Dirección General de Calidad y Equidad Educativa. Consejería de Educación. Mérida. Dª. Mª Dolores Rodríguez Márquez. Maestra de Educación Infantil. Federación Regional Extremeña de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Centros Públicos (FREAPA CP). Badajoz. D. Eulalio Ruiz Muñoz. Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Dirección General de Salud Pública. Servicio Extremeño de Salud. Consejería de Sanidad y Dependencia. Mérida. Dª. Patrocinio Sánchez Escobar. Educadora Social. IES Sáenz de Buruaga. Consejería de Educación. Mérida. D. Pedro Suero Villa. Enfermero. Presidente de la Sociedad de Enfermería Familiar y Comunitaria de Extremadura (SEFyCEX). Badajoz. Dª. Yolanda Tomé Pérez. Enfermera. Dirección General de Planificación, Formación y Calidad. Consejería de Sanidad y Dependencia. Mérida. D. Fernando Román Valenzuela Mateos. Pedagogo. Dirección General de Política Educativa. Consejería de Educación. Mérida. D. José Mª Villa Andrada. Enfermero. Atención Continuada de Atención Primaria. Área de Salud de Cáceres. Servicio Extremeño de Salud. Consejería de Sanidad y Dependencia. Cáceres
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